*Visitas*

jueves, 17 de mayo de 2012

Regresá. Andate. Volvé.

 Contradicción. El asesino siente una gran contradicción. El cadáver que había enterrado con sus propias manos, ha reaparecido, desde las profundidades de la Tierra...
 Oh, decídme! Decídme si estoy ante un fantasma o ante un cuerpo viviente!
                              Él la mató, una noche de luna nueva, cortando su garganta, arrancándole los ojos marinos... y esos ojos aún los conserva, en su famosos frascos de formol.
      Los ojos que más amaba, atesorados para toda la eternidad, contemplábanle inexpresivos a través del cristal, día tras día.
 Sin embargo, al pasar los años...ella regresó de su sepulcro. Extendiendo los pálidos y delgados brazos hacia él...
     Qué te ocurre, hombre? Sepúltala ahora mismo, y no caigas en su hechizo nefasto otra vez!
 O acaso le tenés lástima? Te da lástima ver que ha caído hasta lo más profundo y que no le queda nada más que vos?

        Y el asesino besó al cadáver en la frente, y lo empujó con el pie dentro de la fosa, murmurando un último adiós.
                       
                      

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