Bienvenido, te cruzaste con la persona más escéptica del mundo.
No creo en religiones, ni en el Big Bang.
No creo en el Destino, ni en el Amor.
No creo en los humanos, y menos en los adultos.
No creo en los demás, y tampoco en mi cabeza.
Porque está fragmentada, como espejos en un caleidoscopio.
Y giran, cambiando sus formas y colores.
Ayer se cayó el universo y murieron las estrellas.
Cómo un niño huérfano, quedé contemplando el vacío Blanco.
No hay nada más aterrador que el color blanco.
Porque te das cuenta, que realmente no hay nada, y que estás solo por más que camines infinitamente, escaleras arriba, o escaleras abajo.
Por eso, sólo por eso, dame algo en lo que pueda creer.
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