*Visitas*

miércoles, 22 de agosto de 2012




































































 Antes de encontrarlo, en sus momentos más solitarios, hacía dónde podía dirigirse?
Hay cosas que uno no quiere saber de sí mismo, ni que sepan los demás.
Es más fácil hundirse, ahogarse, atormentarse con cuestionamientos duros, que clamar por ayuda, porque eso es una muestra de debilidad. (Te estoy mostrando mi debilidad)
Caer en el abismo, hablar con las serpientes que se arrastran en las profundidades, para luego así, y sólo así, volver a salir hacia la superficie. Un poco más adolorido, pero con más ganas de intentarlo una vez más.
 Pero ocurre algo.
Si nadie sabe que has caído en ese precipicio nuevamente... y si no tienes la suficiente fuerza para escalar hacia tu vida normal... qué mano vendrá a socorrerte?
Acostumbrado a estar en soledad. A comunicarte de manera superficial. Quién acaso oiría tu pedido de auxilio silencioso?
Moviste tus labios, sin pronunciar palabra.
 Y él llegó.
Extendió sus brazos y te dijo que creía en tí.
Nunca más estarás solo.


[Soy tuyo para siempre]

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