Y mientras volvía y reprimía esa angustia espantosa, pensaba en lo doloroso que sería.
En lo doloroso que ERA.
Se estaba alejando, se estaba yendo. Qué difícil iba a ser de ahora en adelante. (La distancia)
Y el querer y no poder.
Porque quería tocar su piel, quería besar sus labios, y apartarse del mundo con él.
"Habrá tiempo", se decía. Porque cuándo pensaba en él, imaginaba un futuro.
Diablos! Cómo se detestaba! Ya era muy tarde. Había dejado el paso libre al sufrimiento, aceptando ese sentimiento, dejándolo que creciera, que lo ahogara, que lo volviera inestable.
Me desequilibrás.
Pero lográs que vuelva en mí.
Cómo conseguiste llegar tan lejos?
Podría morirme ahora.
He conocido a la persona más hermosa de la Tierra.